La acuicultura cumple con un rol importante en la sociedad, al contribuir a la seguridad alimentaria y al favorecer a la disminución de las capturas de peces como resultado de la sobreexplotación en el mar, puntos importantes que incluso el gobierno lo reconoce haciendo hincapié en ello.
Sin embargo, aunque notemos un desarrollo acelerado de las producciones acuícolas, las sociedades occidentales han fracasado en gran medida en abordar los efectos sociales, de acuerdo con los miembros del ICES Working Group on Social and Economic Dimensions of Aquaculture (WGSEDA).
En unos de sus últimos artículos publicados, señalan que “los aspectos sociales y culturales de la producción acuícola han pasado a un segundo plano en comparación con el comercio, la tecnología y las implicaciones biológicas”.
El incumplimiento de los componentes sociales, clave en múltiples escalas geográficas, argumentan, hará que la producción acuícola sea insostenible en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.
Es así como la ODS incluye explícitamente los objetivos sociales y económicos que deben reconocerse uno al lado del otro para que la acuicultura alcance su potencial de sostenibilidad.
Se ha prestado atención mundial a la protección de la biodiversidad marina (ODS 14), al mismo tiempo que se utilizan áreas marinas, como la acuicultura, para garantizar la seguridad alimentaria marina, crear opciones de ingresos y trabajos viables para las comunidades costeras, entre otros (ODS 1, 2, 3, 8, 9, 11, 12).
La acuicultura de peces parece tener más impacto desde una perspectiva social que el cultivo de mejillones en cuerdas, pero este último puede tener importantes valores culturales y contribuir a la compresión basada en el lugar.
Y esto se debe a que apoyan a la conexión de las personas con el lugar y la identidad, juega un papel vital en el mantenimiento del funcionamiento de la línea costera.
Así que la acuicultura alberga un potencial como factor de atracción para incentivar a las personas a permanecer en el área, manteniendo las comunidades viables.
Hoy en día, no hay algún documento que haya demostrado las limitaciones que han impedido que la acuicultura alcance todo su potencial en términos de crecimiento y contribuya a los problemas mundiales multifacéticos como fuentes sostenibles de proteína.