La acuicultura se puede dividir en tres grandes grupos de especies de producción: peces, crustáceos y moluscos. Es así que la piscicultura también puede dividirse según el tipo de ambiente acuático en el que están adaptados, como también se puede agrupar acorde a la temperatura de agua requerida para lograr el óptimo crecimiento del pez cultivado, tenemos así: piscicultura de aguas tropicales (temperaturas entre 28 a 32ºC), piscicultura de agua templada (temperaturas entre 20 a 28ºC) y piscicultura de agua fría (temperaturas menores a 20ºC).
En los últimos 15 años, la piscicultura en Sudamérica, está dominada en su mayoría por la producción de dos especies: salmones y tilapias. No obstante, los continuos esfuerzos científicos de diversos países sudamericanos vienen apostando por la diversificación, lo cual gracias a ello se ve la producción de peces nativos oriundos de la Amazonía la cual viene aportando en los volúmenes de producción nacional de varios países.
Piscicultura amazónica:
La producción de especies amazónicas demanda conocer y entender las características biológicas de cada especie de interés. Por ejemplo: No es lo mismo cultivar un paiche con comportamiento carnívoro en todo su ciclo de vida, que cultivar una gamitana con un comportamiento planctófago en cada una de sus etapas de crecimiento.
De la misma manera, es diferente desovar gamitanas y pacos a través de técnicas de inducción hormonal, que el desove y cuidado parental presente en los paiches, por esa y muchas razones más es que nos lleva a la conclusión de que cada especie necesita un sistema específico y óptimo para cada una de sus fases de producción.
Actualmente, nos encontramos en pleno desafío de cambio climático a nivel mundial lo que nos hace cuestionarnos sobre el desarrollo de una piscicultura sustentable. Imaginemos el poder implementar energía solar, con bajo impacto o incluso, cero impacto sobre sobre nuestro medio ambiente. ¿La piscicultura podrá lograrlo?